Remontando
poco a poco, la segunda prueba de Chamonix fue un tanto rara, mucha lluvia,
humedad, vías excesivamente difíciles y ningún Top en ninguna de las vías de los
chicos.
El
jueves tocó el turno de los cuartos de final, con mucha humedad empezamos las vías,
en la primera sufrí bastante en algunos movimientos cruzados, pero lo que más
me influyó fue que las presas resbalaban de verdad y muchas de ellas eran
romas, aun así llegué bastante arriba.
En
la segunda vía me encontré mucho mejor, las presas mordían más y daban mayor confianza,
con lo cual llegué a lanzar a la presa del Top pero sin llegar a cogerla,
finalmente pasé en tercera posición a semifinales.
El
viernes fue día de descanso para los chicos, y yo aproveché el día para hacer
unos bloques y unas travesías en la zona de aislamiento para moverme un poco,
aparte de ver a las chicas competir y dar una vuelta por el bonito pueblo de Chamonix.
El
sábado fue un día largo, por la mañana el turno de semifinales y por la noche
la final.
En
semifinales el día acompañó, pero de nuevo la vía marcó un gran corte en la
mitad, un fuerte paso de bloque en el que yo mismo estuve a punto de caer, pero
sin más aguanté un par de movimientos más y me fui para abajo, lo que me valió
para pasar a la final en tercera posición, aunque con una sensación al bajar de
la vía en el que creía que me había ido muy mal.
A
la tarde empezó a llover y sin parar en ningún momento llegó el turno de
empezar la final.
Una
final demasiada dura por las condiciones en las que nos encontramos, repleta de
romos en el que se necesitaba tacto, y precisamente es lo que no había allí,
realmente era una lotería hacer cada movimiento, y en mi caso todo lo que pude
escalar me sentí bien y fuerte per en un movimiento al tirar en un romo, no
agarré por donde era y me caí, sin estar mínimamente cansado y sin haber podido
luchar y disfrutar de la vía, obteniendo finalmente la sexta posición.
Con
este resultado ahora me pongo en novena posición en la general.
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